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Según la información proporcionada a Politico por tres diplomáticos de la UE, Francia está tratando de ganar tiempo en la votación crítica sobre el megacuerdo comercial de la UE con el bloque latinoamericano Mercosur; uno de los diplomáticos advirtió que esta estrategia podría matar el acuerdo largamente esperado.

La Comisión Europea se está apresurando a finalizar el acuerdo comercial con Mercosur, que reúne a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, antes de Navidad.

Ahora, a solo una semana de la fecha en la que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, espera volar a Brasil para la ceremonia de firma, Francia hace sonar la alarma de que sus demandas de larga data no han sido satisfechas. Según los diplomáticos, París advirtió que no podrá respaldar el acuerdo en la próxima votación entre los Estados miembros y propuso que la votación se celebre en enero en su lugar.

Esto podría llevar a que la presidencia danesa del Consejo no logre alcanzar la supermayoría necesaria para aprobar el acuerdo. Según las reglas de la UE, se requiere una mayoría “cualificada”; es decir, el apoyo de 15 de los 27 Estados miembros del bloque que representen el 65 % de su población.

El gobierno francés reiteró el jueves que no está satisfecho con el acuerdo y que su decisión final dependerá de los avances respecto a sus demandas.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Pascal Confavreux, declaró a Politico: «Francia es una gran potencia agrícola y defendemos con mucha determinación nuestros intereses agrícolas en estas negociaciones... Seguimos trabajando en este acuerdo, pero en su forma actual es inaceptable».

Un alto diplomático de la UE advirtió que el acuerdo comercial largamente esperado, en el que se ha trabajado durante un cuarto de siglo y que creará un mercado común que abarcará a más de 700 millones de personas, no puede permitirse otro retraso.

El diplomático, que pidió no ser identificado por la sensibilidad del asunto, dijo: «Si (von der Leyen) no firma, si no le permitimos firmar el día 20, el acuerdo está muerto. Y entonces realmente tenemos que pensar en dónde queremos estar en el mundo».