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En el marco de las observaciones espaciales de Japón, esta imagen tomada con un telescopio de 0,5 metros reveló una cola de polvo extraordinariamente ancha y difusa, que contrasta con una cola iónica casi imperceptible y puntual. Según explican los científicos japoneses, esta morfología inusual indica que el tercer visitante interestelar detectado hasta ahora posee una composición y un origen diferentes, y proporciona datos valiosos sobre la formación de otros sistemas estelares.

Por otro lado, el análisis del cometa 3I/ATLAS continúa siendo realizado por equipos de investigación de todo el mundo. Los primeros resultados sugieren que las características de este cometa podrían redefinir los modelos actuales sobre la composición de los pequeños cuerpos celestes que viajan por el espacio profundo y que podría servir como una herramienta natural de exploración de sus sistemas de origen.

El análisis de la imagen tomada por el astrónomo japonés Itagaki muestra que la cola de polvo de 3I/ATLAS está compuesta por partículas extremadamente finas. Los científicos describen esta situación de la siguiente manera: “Esta característica es atípica, porque los cometas de nuestro Sistema Solar suelen expulsar granos de polvo más gruesos, que interactúan con la luz solar de forma diferente”, y añaden:

“Este polvo tan fino puede indicar que el cometa se formó en un entorno con condiciones muy especiales, posiblemente en una región más alejada de su estrella madre o en un disco protoplanetario con una composición química particular. Esta observación pone en cuestión la suposición de que los cometas de la galaxia comparten procesos de formación similares.”

“Los datos recopilados también muestran que la materia volátil que se evapora del núcleo del cometa y arrastra las partículas de polvo podría contener una proporción de gas diferente a la de los cometas locales. Los científicos continúan investigando la composición química completa del cometa buscando firmas espectrales que puedan aportar más información sobre su origen.”

Según los científicos japoneses, las principales características observadas que distinguen a 3I/ATLAS son:

- Una cola iónica débil, compacta y casi puntual.
- Una cola de polvo extremadamente ancha y difusa, compuesta por partículas muy pequeñas.
- Un núcleo que permanece puntual y brillante incluso cuando la coma se expande.

Según los científicos, además de la cola, el núcleo del cometa 3I/ATLAS y la atmósfera que lo rodea (la coma) también presentan ciertas peculiaridades. El núcleo parece muy compacto y sólido y refleja la luz solar de forma muy intensa, casi como un asteroide:

“Sin embargo, está claramente activo, ya que emite gas y polvo que forman una coma en expansión, lo que permite clasificarlo sin duda como un cometa. Esta dualidad entre un núcleo aparentemente sólido y una fuerte actividad cometaria es uno de los principales focos del estudio.”

Los astrónomos señalan además que esta actividad de emisión de gas parece ser la fuerza impulsora que hay detrás de la formación de la inusual cola de polvo, y estiman que el calor del Sol podría estar activando sustancias volátiles extremadamente frías, poco habituales en los cometas de nuestro sistema.

Por este motivo, la forma en que se desarrolló la coma al acercarse al Sol fue distinta de la del segundo visitante interestelar conocido, 2I/Borisov, que mostró un comportamiento más predecible y parecido al de los cometas que conocemos, lo que refuerza la singularidad de 3I/ATLAS.