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Los futuros del paladio cayeron cerca de un 10%, hasta 1.790 dólares por onza. Los futuros del platino, siguiendo la ola general de ventas en los metales preciosos, retrocedieron desde niveles récord y perdieron más de un 6%, hasta alrededor de 2.300 dólares por onza.

Los inversores también evaluaron los riesgos geopolíticos después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insinuara que se habían logrado avances significativos en las conversaciones con Ucrania, a pesar de que se espera que las negociaciones continúen durante varias semanas más.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reiteró un optimismo prudente, señalando que la mayoría de los elementos del marco están listos y que se han asegurado garantías de seguridad con Estados Unidos, aunque aún quedan algunos obstáculos.

Mientras tanto, se espera que el anuncio de la Bolsa de Futuros de Guangzhou, en China, de que ajustará a partir del 29 de diciembre los límites de negociación y los tamaños mínimos de posición para los contratos de paladio y platino, afecte a la liquidez y a la dinámica de negociación de estos metales.

No obstante, el paladio sigue encaminándose hacia una ganancia anual de alrededor del 100%, la mayor desde 2009, respaldado por una fuerte demanda industrial del sector automotriz, una oferta ajustada y sólidas entradas en ETF.

Los futuros del platino, pese a perder más de un 6% desde niveles récord hasta alrededor de 2.300 dólares por onza en medio de la venta generalizada, aún se encaminan hacia un aumento del 155% en 2025.

El apoyo al platino provino de la recuperación de la demanda industrial, respaldada por los planes de la UE para suavizar la prohibición de los motores de combustión interna a partir de 2035, la fuerte demanda de China y el lanzamiento de los futuros de platino de GFE, que aumentaron la liquidez del mercado.

Por otro lado, las interrupciones en Sudáfrica, donde se encuentran las minas, han provocado un déficit anual por tercer año consecutivo, mientras que las restricciones de oferta continúan debido a que las existencias han caído al equivalente de cinco meses de consumo mundial, el nivel más bajo desde 2020.