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Los mercados de metales registraron cierta toma de beneficios tras el fuerte repunte de la semana pasada, en un contexto de mayor incertidumbre sobre la economía estadounidense. Antes de la publicación de los datos de inflación de EE. UU. prevista para el jueves, la demanda de activos refugio se mantuvo elevada. Las discrepancias en las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania sobre concesiones territoriales y los activos extranjeros congelados de Moscú respaldaron a los activos refugio.

El oro al contado cayó un 0,1 % hasta los 4.334,48 dólares por onza, mientras que los futuros del oro para febrero retrocedieron un 0,2 % hasta los 4.364,90 dólares. La plata al contado subió un 0,5 % hasta los 66,5095 dólares y se mantuvo cerca del récord de 66,90 dólares alcanzado el miércoles. El platino mostró un mejor desempeño, con precios al contado que subieron hasta los 1.977,80 dólares por onza, acercándose al máximo histórico por encima de los 2.200 dólares.

La plata y el platino superaron ampliamente al oro esta semana. El oro avanzó un 0,7 %, mientras que la plata subió más del 7 % y el platino registró un aumento del 12,2 %.

Esta semana aumentó la incertidumbre sobre la economía estadounidense, especialmente porque los datos oficiales del gobierno enviaron señales mixtas sobre el mercado laboral. Las operaciones de compra de activos de la Reserva Federal también generaron algunas dudas sobre la liquidez del mercado.

Los mercados esperaban los próximos datos de inflación del índice de precios al consumidor para obtener pistas sobre la mayor economía del mundo. Se esperaba que los datos mostraran un ligero aumento de la inflación general, mientras que la inflación subyacente se mantendría estable en el 3 % anual.

El mercado laboral y la inflación son conocidos como los dos factores a los que la Fed presta mayor atención al ajustar su política. Sin embargo, además de los tipos de interés, los mercados también estaban preocupados por un posible período de estanflación en la economía estadounidense. En ese escenario, el desempleo aumenta junto con la inflación, lo que llevó a compras excesivas de oro y otros metales preciosos.

Las decisiones sobre los tipos de interés del Banco de Inglaterra (BOE) y del Banco Central Europeo (BCE) se anunciarán el jueves, mientras que la decisión del Banco de Japón (BOJ) se dará a conocer el viernes. Se espera que el BOE recorte los tipos en 25 puntos básicos para apoyar aún más a la debilitada economía británica, mientras que se prevé que el BCE mantenga los tipos sin cambios tras haberlos reducido este año.

El BOJ es la excepción, ya que los mercados esperan una subida de tipos de 25 puntos básicos, en un contexto de debilidad persistente del yen y de una inflación que no disminuye en Japón. El BOJ también ha señalado que podría considerar una subida de tipos en diciembre.

Con el aumento de las preocupaciones por la desaceleración del crecimiento en las economías desarrolladas, la atención se centrará en las perspectivas económicas de los tres bancos centrales hasta 2026.