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Tesla anunció en su reunión anual de accionistas que más del 75% de las acciones votaron a favor del paquete. La votación no incluyó el 15% de las acciones de la empresa que Musk ya posee.

Cuando se anunciaron los resultados, la multitud respondió con vítores y aplausos. Musk agradeció poco después a los accionistas y a la junta directiva de Tesla diciendo: “Estoy muy agradecido”.

Musk no recibe salario, pero el paquete aprobado consiste en una concesión de acciones que le otorgará 423,7 millones de acciones adicionales de Tesla en los próximos 10 años.

Si la empresa alcanza una capitalización de mercado de 8,5 billones de dólares, requisito para el pago total, esas acciones podrían valer alrededor de 1 billón de dólares. Además, Tesla debe cumplir una serie de objetivos operativos y financieros para recibir los 12 bloques iguales de acciones.

Obtener todas las acciones en diez años equivaldría a ganar 275 millones de dólares al día, superando todos los demás paquetes de compensación ejecutiva en la historia.

Para alcanzar la capitalización de mercado requerida de 8,5 billones de dólares, las acciones de Tesla deberían aumentar un 466% respecto a su precio actual, aproximadamente un 70% más que el valor de Nvidia, que la semana pasada se convirtió en la empresa más valiosa del mundo con 5 billones de dólares.

Si el paquete hubiera sido rechazado el jueves, podría haber significado la renuncia de Musk como director ejecutivo de Tesla. La junta directiva de Tesla afirmó que Musk había planteado la posibilidad de abandonar la empresa si no recibía las garantías de control proporcionadas por el paquete.

Sin embargo, la empresa ha tenido un año turbulento: las ventas y las ganancias cayeron en la primera mitad del año, y Tesla se enfrenta a pérdidas de miles de millones de dólares debido a la reducción del apoyo del gobierno de EE. UU. a los vehículos eléctricos.

En su discurso ante los accionistas, Musk habló más sobre los robots aún no comercializados que sobre los automóviles, afirmando que los robots podrían superar al negocio automotriz e incluso a cualquier otro sector.

Musk insistió en que necesita más acciones para tener mayor control sobre la empresa, no para obtener más riqueza personal.

El mes pasado, en una conversación con inversores, dijo: “No voy a gastar el dinero. Solo necesito tener suficiente control de voto para tener influencia, pero no tanto como para que no puedan despedirme si me vuelvo loco”.