Deniz polisinden Adalar çevresinde 'deniz taksi' denetimi

Compareciendo ante un comité de la Cámara de los Lores, Bailey subrayó la importancia de “mantener los desagües abiertos” y analizar el colapso de dos compañías estadounidenses altamente apalancadas, First Brands y Tricolor, por si no fueran episodios aislados sino “el canario en la mina”, y añadió:

“¿Nos están diciendo algo más fundamental sobre las finanzas privadas, los activos privados, el crédito privado y el capital privado, o simplemente que habrá problemas idiosincráticos en partes de esos ámbitos? En mi opinión, sigue siendo una cuestión muy abierta; también en EE. UU. No quiero parecer excesivamente pesimista, pero otro motivo por el que esto importa es que, antes de la crisis financiera, cuando debatíamos sobre las hipotecas subprime en Estados Unidos, la gente nos decía: ‘No, es demasiado pequeño para ser sistémico; es idiosincrático’. Aquello fue un juicio erróneo”.

En Estados Unidos, desde el verano de 2007, cuando la fiebre hipotecaria terminó con el desplome del mercado de la vivienda, comenzó una ola de crisis financiera.

Los bancos a ambos lados del Atlántico habían invertido miles de millones en exposiciones de alto riesgo vinculadas a hipotecas estadounidenses, financiando a menudo esa fiebre con endeudamiento a corto plazo.

Meses de turbulencias desembocaron en una profunda recesión en EE. UU. y Europa y en una serie de costosos rescates bancarios, entre ellos los de RBS y Lloyds en el Reino Unido.

Bailey añadió que la complejidad de ciertas técnicas de “ingeniería financiera” utilizadas hoy en el crédito privado recuerda a aquella época: “Estamos viendo el resurgir de estructuras de crédito antes conocidas como ‘slicing, dicing and tranching’ (segmentación en tramos) y, para quienes estuvieron en el sector antes y durante la crisis, en este punto empiezan a sonar las alarmas”.

Espaniol News Agency Espaniol News Agency

 

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