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Según el nuevo informe anual publicado por la Asociación de Industrias Aeroespaciales, de Seguridad y de Defensa de Europa (ASD), la facturación total de las 4.000 empresas que representa aumentó en un 10,1 %, hasta 325,7 mil millones de euros.

El sector de defensa lideró este crecimiento con una tasa anual del 13,8 % y una facturación de 183,4 mil millones de euros, en comparación con un aumento del 6 % en la aviación civil.

El empleo directo aumentó un 6,9 %, hasta 1 millón 103 mil personas, el nivel más alto registrado. El sector defensa volvió a representar la mayor parte de este crecimiento, con un aumento anual del 8,6 % hasta 633 mil empleos directos.

El director ejecutivo de Saab y presidente de ASD, Micael Johansson, declaró: «Nuestros sectores no solo son vitales para la economía europea. Ante todo, son cruciales para la seguridad, la conectividad y la sostenibilidad de Europa y, en última instancia, para su soberanía y su posición en el escenario mundial en un entorno geopolítico y tecnológico que cambia rápidamente y es cada vez más imprevisible».

«La inversión en nuestras industrias es una inversión en la competitividad, la sostenibilidad, la resiliencia y la soberanía de Europa. El próximo marco financiero plurianual de la UE debe reflejar esto como una prioridad», añadió.

Los Estados miembros de la Unión Europea han incrementado de forma acusada el gasto en defensa desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Como resultado, los Estados miembros gastaron el año pasado 343 mil millones de euros en defensa; una cifra muy superior a los 251 mil millones de euros de 2021.

La Comisión Europea trata de impulsar una mayor inversión en el sector con una serie de paquetes que proporcionan a los Estados de la UE más flexibilidad fiscal en el gasto en defensa, o reducen la burocracia para las empresas del sector, permitiéndoles producir más y más rápido.

La propuesta de presupuesto plurianual de siete años del bloque también refleja este cambio; el importe asignado a la defensa asciende a 131 mil millones de euros, muy por encima de los aproximadamente 10 mil millones de euros del presupuesto 2021-2027.

Sin embargo, persisten las divergencias entre los Estados miembros sobre si se debe dar prioridad al equipamiento de fabricación europea —cuyos plazos de entrega pueden alargarse al pasar las líneas de producción a un modo de producción de guerra— o al equipamiento extranjero disponible de inmediato, así como sobre qué capacidades requieren inversiones urgentes.